¿Qué tan importante es la postura como portero?

¿Qué tan importante es la postura como portero?

Cuando hablamos de un buen portero, muchos piensan en reflejos felinos, atajadas espectaculares o grandes estiradas. Pero hay algo aún más básico que define el éxito en la portería: la postura corporal. La forma en la que un portero se coloca antes de cada jugada es determinante para reaccionar rápido, cubrir la mayor área posible y transmitir seguridad a su equipo.

¿Por qué es tan importante la postura corporal?

La postura es la base de toda acción del portero. Si la posición inicial es correcta, el guardameta puede:

  • Reaccionar más rápido: Una postura baja, con el peso en la punta de los pies, permite impulsarse en cualquier dirección sin perder tiempo.

  • Cubrir más espacio: Brazos ligeramente abiertos y rodillas flexionadas dan una mayor presencia en la portería y complican el tiro del rival.

  • Mantener el equilibrio: Una correcta alineación del cuerpo evita caídas innecesarias y mejora la coordinación.

  • Prevenir lesiones: Al distribuir el peso correctamente, se reducen impactos en rodillas, tobillos y espalda.

En pocas palabras, la postura es el punto de partida de cada atajada, despeje o salida.

Errores comunes que debes evitar

Incluso porteros con talento cometen errores de postura que les cuestan goles. Aquí van los más frecuentes:

  • Estar muy recto o erguido: Esto aumenta el tiempo de reacción y dificulta llegar a balones bajos.

  • Apoyar los talones: El portero pierde explosividad y queda “plantado” en el suelo.

  • Brazos pegados al cuerpo: Reduce el rango de cobertura y hace más difícil reaccionar a tiros rápidos.

  • Inclinarse demasiado hacia adelante: Provoca desequilibrio y expone al portero a caídas en falso.

Recomendaciones para una postura de portero perfecta

Para adoptar una postura profesional, sigue estas claves:

  1. Piernas ligeramente flexionadas – Ni muy bajas ni demasiado estiradas.

  2. Peso hacia adelante – Siempre en la punta de los pies, listo para impulsarte.

  3. Espalda recta y cabeza erguida – Mantén la visión del balón y la cancha.

  4. Brazos separados y manos activas – Listos para reaccionar y atrapar el balón.

  5. Postura constante – No te relajes entre jugadas; mantente en posición hasta que el balón esté fuera de peligro.

La postura corporal no es un simple detalle: es el cimiento sobre el que se construye el juego de un portero. Una buena postura te hace más rápido, más seguro y más difícil de vencer. Si eres portero, dedica tiempo a entrenar tu posición inicial en cada sesión. Pequeños ajustes pueden marcar la diferencia entre ser un portero común y convertirte en el héroe de tu equipo.

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